Para empezar, para muchas familias checas la carpa es algo sagrado, que no puede faltar en navidades. Sí, ya lo sé, a cualquier otra persona del mundo le parecería un asco comerse un pez que se caracteriza por habitar las aguas más contaminadas y de peor calidad, pero ese es un comentario que delante de los checos es mejor ocultarlo.
Lo que muy poca gente sabe es que aún hoy, muchas familias, ante la subida del precio de tan delicioso pescado la víspera de Navidad, lo que hacen es comprarla unos días antes y tenerla viviendo ¡en la bañera!, sí sí, como lo oís. el cómo se duchan durante esa semana, es algo que todavía desconozco.
Otra tradición es la de decorar galletas. La especialidad checa se llama perník [pronúnciese pérñiik] una especie de pan de gengibre que los niños decoran con azúcar de colores (¡cuidado!la palabra perník también puede referirse también a una droga, la pervitina, conocida en España como hielo o cristal o metanfetamina). El mejor "perník", y me refiero al dulce y no a la droga, se prepara en la ciudad de Pardubice, que se encuentra apenas a 1 hora en tren desde Praga en dirección Brno.
Por último destacar que a todos los checos, la Navidad les sugiere automáticamente una cosa: Josef Lada, el ilustrador más original de todos los tiempos, y en efecto, muchos de sus dibujos están dedicados a esta época del año. A él pertenece la imagen que os he puesto arriba a la derecha.
¡Ah! y que no se me olvide: Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, o lo que es lo mismo:
Veselé Vánoce a štˇastný nový rok!